La vida tal y como la conocíamos hasta ahora siempre había sido relativamente sencilla tanto para ‘baby-boomers’ como para los ‘millenials’, sobre todo en países occidentales desarrollados. No hemos conocido guerras ni hambrunas, ni hemos tenido que trabajar desde una temprana edad. De hecho, ha sido más bien lo contrario: paz, techo, alimentos abundantes, acceso a la educación, tecnología… Pero hemos abusado, y la propia vida ha acabado por ponernos a prueba. Una prueba para la que muchos no estábamos preparados, ni nosotros, ni mucho menos nuestra economía.
Muchas personas han perdido su trabajo y los autónomos han tenido que cerrar sus negocios de forma indefinida. Cientos de miles de familias se enfrentan a una cruda realidad a lo largo y ancho del planeta; no pueden alimentar a sus hijos y tampoco pagar sus créditos inmobiliarios. Los sistemas sanitarios están colapsados y los gobiernos intentan a marchas forzadas buscar mecanismos financieros que contribuyan a que los estados no se desmoronen.
Desde la empresa privada también podemos y debemos contribuir con nuestro granito de arena para reactivar la economía utilizando la magnífica herramienta que tenemos al alcance de la mano, las tarjetas regalo.
Compañías de productos y servicios de primera necesidad como supermercados, empresas con entrega a domicilio, telecomunicaciones y ‘streaming’ son los sectores más demandados durante el confinamiento.
En este periodo de incertidumbre, es una ocasión de oro para invitar a organismos públicos gestores de subsidios sociales y a empresas que ofrecen beneficios a sus empleados a que utilicen este potente instrumento para cubrir el completo o una parte de sus fines. El receptor de las tarjetas recibe un método de pago para adquirir los bienes y servicios que necesita a la par que contribuye a aumentar el consumo, colaborando a que la rueda de la economía nacional se ralentice lo menos posible.
No solo eso, las tarjetas regalo digitales también son perfectas como regalo personal en este momento, se pueden comprar de forma segura desde casa, enviar por correo electrónico o mensaje a nuestro amigo o pariente, y les permiten disfrutar del regalo y luego comprar cómodamente cuando todo está pasado.
¿No os parece una medida simplemente fantástica?
Desde Monexia os animamos a sumaros a la iniciativa y estamos a vuestra entera disposición para asistiros durante el proceso.
- Articolo scritto da Marina Barroso, International Sales Manager di Amilon e Monexia.